Hoy hemos hablado con Tania Pino para que nos cuente qué hace el primer día que recibe a un paciente nuevo.
El tratamiento osteopático se inicia con un examen global de la persona: anamnesis, inspección de la postura, palpación de los tejidos y articulaciones, test de movilidad, ortopédicos y neurológicos, y revisión de las pruebas de imagen (radiografía, resonancia magnética, etc) que pueda aportar el paciente. Con el examen osteopático buscamos evidenciar todas aquellas alteraciones mecánicas del aparato locomotor, del cráneo y del sistema visceral, explica Tania.
Una vez se determina un posible diagnóstico, el osteópata aplica una serie de técnicas adaptadas al paciente y a su diagnóstico. La cantidad de sesiones de tratamiento varía de un caso a otro.
Habitualmente, se requiere un tratamiento cada 15-20 días (pudiéndose alargar cuando el individuo se encuentra mejor), salvo en casos muy agudos donde las sesiones pueden realizarse con mayor frecuencia, comenta Tania.
TÉCNICAS UTILIZADAS EN OSTEOPATÍA
En Osteopatía se utiliza una técnica específica por cada tejido del cuerpo, en función si lo que se quiere tratar es una articulación, un ligamento, un músculo, una víscera o una sutura craneal.
Las técnicas de thrust o de manipulación articular se utilizan para corregir una disfunción somática y utiliza en su ejecución un movimiento de poca amplitud y alta velocidad sobre los últimos grados de movilidad de una articulación. En estas técnicas se genera un sonido debido a la cavitación articular.
La combinación de estas técnicas de parámetros menores de movimiento permite disminuir la fuerza, de forma que así se evita cualquier tipo de lesión sobre los tejidos del paciente. Son técnicas indoloras.
A pesar de que los thrust son más llamativos debido al sonido articular que producen, éstos sólo son un recurso más para el uso del osteópata, ya que cuenta con un amplio abanico de técnicas para usar, sin necesidad de hacer uso de la manipulación articular.
Las técnicas rítmicas son aquellas fundamentalmente dirigidas a los tejidos blandos (ligamento, músculo, tendón, etc) y a las articulaciones. Un ejemplo de estas técnicas son: stretching, bombeo, relajación post-isométrica, técnicas miofasciales, etc.
Así mismo, las técnicas funcionales serían aquellas que se aplican con el objetivo de relajar la musculatura e inhibir la tensión miofascial, y se aplican no sólo a nivel músculo-esquelético sino también a nivel visceral y craneal.
Interesante, ¿verdad? Si quieres conocer más el mundo de la Osteopatía o crees que puede ayudarte para tus dolencias, no dudes en contactar con nosotros al 977 249 906 🙂
