La fatiga pandémica es un concepto instaurado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para referirse a la reacción ante las prolongadas medidas y restricciones generadas por la pandemia Covid-19.
“Lo que se ha visto es que, con el tiempo, cuando se mantienen estas medidas necesarias para cuidar la salud de las personas, terminan generando un agotamiento generalizado”, explica el Dr. Diego R. Méndez, psiquiatra de Clínica Vida’m.
El especialista asegura que la fatiga pandémica se puede manifestar en:
- Cansancio
- Agobio con la rutina que ha implicado la pandemia
- Ansiedad
- Sensación de soledad
- Miedo, entre otros
En este escenario, el Dr. Méndez enfatiza en que el peligro está en que este agotamiento hace que las personas se cuiden menos, usen menos mascarillas, no respeten la cuarentena, se laven menos las manos y, por lo tanto, se expongan más a la posibilidad de contagio.
“El hecho de que ahora llegue el buen tiempo, donde quizás pasaremos días que no van a ser como los habíamos esperado, puede aumentar esta sensación de frustración y pasar a cuadros como angustia, tristeza, mayor irritabilidad y apariciones de síntomas que van más allá de lo que puede significar la reacción natural a la fatiga pandémica”, indica.
Al respecto, detalla que, tal como lo plantea la OMS, la fatiga pandémica es una reacción natural que podemos comprender y que se genera después de un tiempo prolongado de limitaciones de traslado, temor a perder el trabajo, el miedo a enfermar, etc. Sin embargo, hay que estar atentos a cuándo esta sensación exceda nuestro control para consultar.
¿Cuándo tenemos que pedir ayuda?
El psiquiatra señala que, en general, las emociones dejan de ser normales cuando empiezan a afectar nuestro funcionamiento cotidiano; cuando alteran nuestra capacidad de trabajo, el nivel de concentración, dificultan las relaciones con nuestro entorno y también nos ponemos más irritables.
A partir de ese momento es importante detectar estos síntomas y acudir a tu centro especializado para poder superar esta fase lo antes posible con ayuda de un profesional en salud mental.